Hola amig@s
El verano parece que anuncia su retirada y con ello las recetas frías y refrescantes dan paso a platos humeantes.Tengo muchas recetas de verano aún pendientes de publicar. Lo haré poco a poco,aunque publique un gazpacho en noviembre. Pero a medida que el frío comience a entrar iremos viendo éste tipo de recetas: cocidos,estofados,guisos varios y sopas calientes.
Hoy os voy a presentar un plato típico: las patatas con costillas. Uno de esos que en ninguna casa falta y que nos transporta automáticamente a la niñez.A los sabores que en casa se saboreaban cuando eramos niños. Y es que éste plato no falta en ningún hogar y que,ademas,en todos sitios se hace de una manera muy parecida. Con ligeros toques según el cocinero y la región en donde se prepare pero en esencia todo el mundo sigue una receta clásica, heredada de nuestros mayores.
Mi abuelo hacía un guiso de magro con patatas tan sencillo que no parecía albergar ningún secreto....pero nadie lo hacía como él.Yo era muy pequeño y no le veía cocinar,pero daría lo que fuera por ver por un agujerito cómo lo hacía. El secreto (si lo tenía)...se lo llevó a la tumba. Yo lo intenté hacer varias veces. Me salió rico,pero no cómo a él. Si algún día consigo que me salga igual no dudéis que lo publicaré aunque sólo sea como homenaje a un tipo genial al que siempre llevaré en el corazón.
Bueno...y después de éste arranque melancólico....¡Vamos con las costillas!
Ingredientes
- Medio kilo de costillas
- Medio kilo de patatas
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 2 pimientos choriceros
- 1 hoja de laurel
- 1 vaso de vino blanco
- Sal,aceite y agua
Preparación
Ponemos los pimientos choriceros en agua durante dos horas para que se ablanden. Si no tenemos ese tiempo podemos escaldarlos en agua hirviendo como hacíamos en la receta de las manitas de cerdo en salsa pecado.
Lo normal es pedir al carnicero que nos corte las costillas en trozos no muy grandes. Yo las tenía grandes y tuve que partirlas yo.
En una olla con un poco de aceite rehogamos las costillas cuando el aceite esté caliente. Les damos unas vueltas enérgicas y cuando doren un poco,sacamos y reservamos. En ese aceite rehogamos la cebolla y el ajo picados con un pellizco de sal. Las costillas nos habrán dejado un fondo con pequeñas zonas pegadas. Eso luego lo desglasaremos.
(Hacer click en la foto para agrandarla)
Cuando la cebolla esté cogiendo color le agregamos la carne del pimiento choricero. Mientras la cebolla va cogiendo color aprovechamos el agua que pierde para desglasar los restos de costillas. Esto guarda un sabor muy rico y no hay que desecharlo. Añadimos el vino blanco y dejamos que reduzca. Yo,en éste punto le meto la batidora y dejo que todo el caldo esté bien pasadito. Si no queréis encontraros la cebolla es lo ideal.
(Hacer click en la foto para agrandarla)
Le agregamos las costillas que habíamos reservado y la hoja de laurel y cubrimos el guiso de agua. Dejamos que se hagan las costillas. Yo lo hice en olla exprés por lo que las tuve 20 minutos (si lo hacéis en una cazuela normal las costillas necesitarán 45 minutos al menos y deberéis de añadir las patatas cuando le falte a ese tiempo de 20 a 25 minutos para que las patatas y las costillas se hagan al tiempo)
Como os decía,yo lo hice en olla exprés. Pasados 20 minutos se apaga el fuego y,cuando la olla lo permita,se abre.
Se le añaden las patatas cortadas en trocitos. Si queréis que la salsa engorde un poco,hay que quebrar la patata al final (que haga "crack") en lugar de cortarla con el cuchillo de lado a lado por completo. Así favorecemos que suelte el almidón y nos quede la salsa mas ligadita. En éste guiso la salsa se suele hacer mas bien ligera. No muy espesa...pero eso va en gustos. Si la queréis mas espesa es preferible echar una patata "de más" y aplastarla a diluir un poco de maicena en agua y agregarla (que sería otra opción para espesar)
Se vuelve a tapar la olla y se le dan otros 5-7 minutos desde que vuelve a pitar la olla. Después de ese tiempo las costillas y las patatas deben de estar hechas. Probamos de sal ahora y rectificamos si es necesario.
Este guiso,tradicionalmente nuestras madres y abuelas lo llevaban a la mesa humeante y aún muy caliente. Es un error,creerme.Los sabores no se aprecian bien en la boca cuando la comida está ardiendo. Lo ideal es dejarlo reposar cinco minutos con la olla destapada y dejar que llegue a la mesa caliente,pero no quemando. Vuestras papilas gustativas os lo agradecerán....Bon appétit.
Calorías por ración: 607 Kcal
El plato en si no es ligero pero encierra un peligro añadido. Este plato "pide pan"...y ese no está sumado,así que si queréis vigilar la linea....vigilar el pan.
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