miércoles, 26 de marzo de 2014

Coliflor gratinada



Introducción
        
         Hola amig@s
      La coliflor es una planta de la familia de las brassicaceae de la cuál lo que nos comemos es la flor. No obstante las hojas también son comestibles pues la coliflor es una variedad de col cultivada (como el repollo,las coles de Bruselas o el brócoli) y todas ellas proceden de la berza común (Brassica oleracea), de la que lo que se comen son las hojas.
      Su bajo aporte calórico junto con su alto contenido en fibra y su poder diurético  hace que su consumo esté muy indicado si queremos cuidar la línea.Ventajas éstas que deberían compensar el olor peculiar que desprende al cocer (que a algunos les resulta desagradable ) y el hecho que provoque meteorismo.
      La receta de hoy podría decirse que es una de las más populares formas de consumirla ya que gusta tanto a grandes como a pequeños ( y los que tenemos o hemos tenido niños pequeños en casa sabemos que su paladar no tolera algunas cosas ). Y no deja de ser curioso que algo tan simple, al final, tenga el beneplácito de la mayoría de los comensales.
      ¿Qué más queréis? Una receta sana,ligera y sencilla de hacer que os hará quedar bien con todos.
Pues nos ponemos el delantal y ¡Ale!....a cocinar.




Ingredientes
- 1 coliflor de (1kg aprox)
- 100 gr de queso rallado
Para la bechamel
- 1'5 o 2 cucharadas de harina
- 300 ml de leche
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 chorrito de aceite de oliva 






Preparación

      Como os he dicho en la introducción, no puede ser más fácil de hacer el plato de hoy.
      Debemos cortar la coliflor empezado por abajo (por el tallo gordo) de ésta forma iremos sacando los pequeños ramitos de la coliflor (que parecen pequeños bonsais).
      Los metemos en agua con sal y los hervimos 15 minutos aproximadamente.Sacamos a un escurre pasta y reservamos.


      Mientras se hace la coliflor aprovechamos para hacer la bechamel.Ésta nos debe quedar ligera.Para ello formaremos el roux derritiendo a fuego lento la mantequilla y el aceite de oliva. Le agregaremos la harina y batiremos de forma enérgica con unas varillas. Le iremos agregando leche del tiempo poco a poco sin dejar de batir hasta que obtengamos una consistencia ligera (como un yogur líquido). Con éstas cantidades nos debe salir un vaso y medio (más o menos) de bechamel (unos 300 ml). No os preocupéis los que cuidáis la línea si os parece mucha bechamel pues un 30% de lo que baña la bechamel "se escurre" al fondo y no consumimos todo. Además,con éstas cantidades nos saldrán unas seis raciones como la de la foto de presentación.

                                                        (Hacer click en la foto para agrandarla)


      Disponemos la coliflor cocida en una fuente de hornear y sobre ella regamos con la bechamel hasta cubrir la coliflor por entero.


                                                       (Hacer click en la foto para agrandarla)


      Sobre esto,esparcimos el queso a nuestro gusto.




      En éste punto la receta admite que le metáis unos taquitos de bacon, un poco de carne picada previamente salteada o lo que os de vuestra imaginación . El queso que utilicéis,exactamente igual. Un buen manchego curado seguro que realza. Hoy  he querido presentar la receta de la forma más sencilla posible  y os aseguro que sale riquísima.
            La coliflor ha de estar en el horno hasta que forme una bonita costra doradita que según el horno que uséis variará entre los 3 y 8 minutos aproximadamente.


      Lo único que me permiti a la hora de emplatar fue rematar la ración con un crujiente de jamón y una mahonesa a la que tinté con tomate frito y puré de zanahoria creando dos salsas para acompañar.
      Ya sólo nos quedará emplatar y llevar a la mesa  ...Bon appétit.

Vídeo





Calorías por ración: 178 Kcal





domingo, 9 de marzo de 2014

Paté de coral de centollo....¡Sin centollo!

Introducción

         Hola amig@s
      Un trampantojo en cocina es un "engaño divertido ".Se trata de conseguir engañar los sentidos del comensal.Se presenta un plato que parece algo conocido pero lo que nos encontramos al comerlo es otra cosa: está bueno pero no sabe a lo que parece. Os pondré un ejemplo. Imaginar que,con pericia y unos moldes, hacemos un postre en forma de huevo frito.La yema podría ser un flan con esa forma y la clara una gelatina de coco....pero en la mesa lo presentaríamos como un huevo frito ( no descartéis,ya que se me acaba de ocurrir, que termine haciéndolo y lo publique aquí )
      En otras ocasiones se trata de engañar al gusto. Éste seria el caso de la receta de hoy.Vamos a hacer algo que todo el mundo reconoce ¡Pero sin utilizar la materia prima con la que está hecho!
      Hace años,escuchaba la radio mientras conducía. En el programa participaban los oyentes dando recetas de estás que te sacan de un apuro en un minuto. Un señor dio ésta receta y me llamó la atención,la apunté en un papel aprovechando un semáforo  y la hice ese fin de semana. ¡Lo más sorprendente es que funcionaba: sabía al coral de un centollo!
      Desde entonces llevo años preparándola aunque llevaba tiempo sin hacerla. Para traerla al blog decidí cotejar mi receta con otras que hubiera por internet. Lo poco que encontré acaba llevándote de una u otra forma al blog de webos fritos y resultó igual que la que tenía apuntada en el papelito arrugado que conservaba, con la variante de un ingrediente. Así que lo hice de las dos formas a ver si el resultado variaba mucho....y variaba.
      El ingrediente en cuestión es la cebolla. Aunque en pequeñas proporciones, he probado a incluir la cebolla en mi receta y he de decir que mi experiencia es que la receta pierde con ella. El resultado es que se reconoce la cebolla en el preparado. He probado a hacer el paté con anchoas y mejillones de buena calidad para la receta con cebolla. He probado a poner menos cebolla. Y el resultado,a mi juicio y paladar, siempre es el mismo: sin duda está bueno, pero sabe a cebolla.
      Así que la receta que os muestro va a ser la primitiva, la que llevo haciendo desde que escuché a aquel hombre anónimo en la radio y que,a mi juicio,imita a la perfección el sabor auténtico del coral de un centollo.
      Yo os dejo mi receta y si tenéis dudas,un día le ponéis un cuartito de una cebolla pequeña y comparáis.
      Bueno, vamos a ponernos manos a la obra,que la receta de hoy es para que le salga bien hasta al que nunca entró en la cocina.









Ingredientes


- 7 anchoas de lata
- 1 lata de mejillones al natural
- 7 palitos de cangrejo (surimi)
- Mahonesa casera (2 cucharadas)
- Media copa de vino (30cc)
- Unas gotas de limón 







Preparación


      Un consejo previo que os doy es que abráis la lata de mejillones y la vaciéis en un plato. Y con paciencia les quitéis esas hebritas con aspecto de estropajo que es el biso del mejillón y que une al animal a la batea o la roca en dónde viva.Es muy desagradable encontrarlos en el paté y hay grandes probabilidades de que queden enteros (que se piquen finamente no es una opción más deseable)
      La preparación no puede ser más simple. Se trata de coger todos los ingredientes y meterlos en el robot de cocina o el vaso de la batidora (lo que utilicéis) y batir bien hasta conseguir una masa espesa.
Solo hay que llevar un pequeño orden.
      Como al final vamos a picar unos palitos de cangrejo para que la textura del paté imite al coral del centollo,picamos uno al principio y lo reservamos.


                                                        (Hacer click en la foto para agrandarla)


      A continuación metemos en el robot los palitos de cangrejo,los mejillones, las anchoas y dos cucharadas generosas de mahonesa. Mejor si es casera. Las industriales tienen otro sabor y yo,particularmente no lo he probado con ellas. Si las anchoas tienen mucha sal las pasamos por el grifo del agua.
      En cuanto a la proporción, yo utilizo una lata de mejillones de 69 gramos para 7 anchoas y 7 palitos de cangrejo.
      También le añado una cucharada del caldo de la lata de mejillones y tres cucharadas de vino. Yo le pongo preferentemente el mismo tipo de vino que se suele echar por encima en el coral auténtico: albariño o ribeiro (aunque veréis otras recetas con fino).

                                                        (Hacer click en la foto para agrandarla)

                                           
      Batimos bien hasta que nos qued  e una mezcla pastosa y homogénea. Añadiremos al final los palitos desmenuzados al principio y mezclaremos con una cuchara.



      ¡Y ya está! No tiene más misterio. Podemos servir al centro para picar con trozos de pan tostado o unos mini colines. También lo he comido como relleno de huevos cocidos...Bon appétit.

Vídeo






Calorías por ración: 808 Kcal
      Las calorías están calculadas para toda la terrina de café. Si se consume entre cuatro o cinco personas "picando" se ingerirán de 160 a 200 Kcal por comensal.