Hola amig@s
Un trampantojo en cocina es un "engaño divertido ".Se trata de conseguir engañar los sentidos del comensal.Se presenta un plato que parece algo conocido pero lo que nos encontramos al comerlo es otra cosa: está bueno pero no sabe a lo que parece. Os pondré un ejemplo. Imaginar que,con pericia y unos moldes, hacemos un postre en forma de huevo frito.La yema podría ser un flan con esa forma y la clara una gelatina de coco....pero en la mesa lo presentaríamos como un huevo frito ( no descartéis,ya que se me acaba de ocurrir, que termine haciéndolo y lo publique aquí )
En otras ocasiones se
trata de engañar al gusto. Éste seria el caso de la receta de hoy.Vamos a
hacer algo que todo el mundo reconoce ¡Pero sin utilizar la materia prima con
la que está hecho!
Hace años,escuchaba la radio mientras conducía. En el
programa participaban los oyentes dando recetas de estás que te sacan de un
apuro en un minuto. Un señor dio ésta
receta y me llamó la atención,la
apunté en un papel aprovechando un semáforo
y la hice ese fin de semana. ¡Lo más sorprendente es que funcionaba:
sabía al coral de un centollo!
Desde entonces llevo años preparándola aunque llevaba tiempo
sin hacerla. Para traerla al blog decidí
cotejar mi receta con otras que hubiera por internet. Lo poco que encontré
acaba llevándote de una u otra forma al blog de webos fritos y resultó igual
que la que tenía apuntada en el papelito arrugado que conservaba, con la variante de un ingrediente. Así que
lo hice de las dos formas a ver si el resultado variaba mucho....y variaba.
El ingrediente en
cuestión es la cebolla. Aunque en pequeñas proporciones, he probado a
incluir la cebolla en mi receta y he de decir que mi experiencia es que la receta pierde con ella. El resultado
es que se reconoce la cebolla en el preparado. He probado a hacer el paté con
anchoas y mejillones de buena calidad para la receta con cebolla. He probado a
poner menos cebolla. Y el resultado,a mi juicio y paladar, siempre es el mismo:
sin duda está bueno, pero sabe a cebolla.
Así que la receta que
os muestro va a ser la primitiva, la que llevo haciendo desde que escuché a
aquel hombre anónimo en la radio y que,a mi juicio,imita a la perfección el sabor auténtico del coral de un centollo.
Yo os dejo mi receta y si tenéis dudas,un día le ponéis un
cuartito de una cebolla pequeña y comparáis.
Bueno, vamos a ponernos manos a la obra,que la receta de hoy
es para que le salga bien hasta al que nunca entró en la cocina.Ingredientes
- 7 anchoas de lata
- 1 lata de
mejillones al natural
- 7 palitos de cangrejo (surimi)
- Mahonesa casera (2 cucharadas)
- Media copa de vino (30cc)
- Unas gotas de limón
- Unas gotas de limón
Preparación
Un consejo previo que
os doy es que abráis la lata de mejillones y la vaciéis en un plato. Y con
paciencia les quitéis esas hebritas con aspecto de estropajo que es el biso del mejillón y que une al animal a la batea o la roca en dónde viva.Es muy desagradable
encontrarlos en el paté y hay grandes probabilidades de que queden enteros (que
se piquen finamente no es una opción más deseable)
La preparación no puede ser más
simple. Se trata de coger todos los
ingredientes y meterlos en el robot de cocina o el vaso de la batidora (lo
que utilicéis) y batir bien hasta
conseguir una masa espesa.
Solo hay que llevar un pequeño
orden.
Como al final vamos a picar unos
palitos de cangrejo para que la textura del paté imite al coral del centollo,picamos uno al principio y lo reservamos.
(Hacer click en la foto para agrandarla)
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A continuación metemos en el robot los palitos de
cangrejo,los mejillones, las anchoas y dos cucharadas generosas de mahonesa. Mejor
si es casera. Las industriales tienen otro sabor y yo,particularmente no lo he
probado con ellas. Si las anchoas tienen mucha sal las pasamos por el grifo del
agua.
En cuanto a la proporción, yo
utilizo una lata de mejillones de 69 gramos para 7 anchoas y 7 palitos de
cangrejo.
También le añado una cucharada del caldo de la lata de mejillones y tres cucharadas de vino. Yo le pongo
preferentemente el mismo tipo de vino que se suele echar por encima en el coral
auténtico: albariño o ribeiro (aunque
veréis otras recetas con fino).
(Hacer click en la foto para agrandarla)
(Hacer click en la foto para agrandarla)
Batimos bien hasta que nos qued e una mezcla pastosa y homogénea. Añadiremos al final los palitos desmenuzados al principio y mezclaremos con una cuchara.
¡Y ya está! No tiene más misterio. Podemos servir al centro para picar con trozos de pan tostado o unos mini colines. También lo he comido como relleno de huevos cocidos...Bon appétit.
Vídeo
Calorías por ración: 808 Kcal
Las calorías están calculadas para toda la terrina de café. Si se consume entre cuatro o cinco personas "picando" se ingerirán de 160 a 200 Kcal por comensal.
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