Hola amig@s
Cuenta una leyenda que un hombre muy pobre, no teniendo nada que dar de comer a sus hijos, fue a su armario y cogió un puñadito de harapos viejos. Los abrazó con tanto amor que esas ropas viejas y deshilachadas se convirtieron en un poco de carne del mismo aspecto que fue con lo que esa noche pudo alimentar a su familia...dando origen al nombre del plato que hoy os presento: la ropa vieja.
Ésta leyenda, al parecer de origen
cubano, aunque no sea realidad y tenga
varias versiones similares, me pareció una bonita forma de presentaros la receta.
Ésta receta, junto con las
croquetas, puede que sea la forma más popular de aprovechar las sobras de un cocido. Sin embargo, la ropa vieja, ha
adquirido una personalidad propia en no pocos sitios del mundo latino en donde
se utiliza la carne desmechada ( o carne
mechada ) para la preparación del plato con diferentes interpretaciones del
mismo.
Muchas veces al explicar una
receta os digo que hay mil formas de prepararla. Pues bien, ésta afirmación se
multiplica hasta el infinito, con la ropa vieja.
Para comprender esto y con el fin
de simplificar, baste decir que la
receta, de origen sefardí, trata de aprovechar los restos de un cocido, puchero
o llámese como se quiera para preparar un plato distinto al día siguiente en
base a saltear los restos en una sartén. Estos guisos básicos consisten en hervir distintas carnes, embutidos y
verduras con alguna legumbre obteniendo varios platos en uno. El caldo se
aprovecha para hacer una sopa agregando pan, pasta, arroz, etc. En Cataluña, con el caldo se hace la
escudella (una sopa) y hay incluso una (la escudella de navidad) que se prepara
ese día. En Canarias le añaden gofio para obtener el escaldón. Las legumbres
(garbanzos o alubias) constituirían el plato principal y por último nos
quedarían las carnes que, bien cocidas, han aportado su esencia al caldo. Estas carnes habitualmente han sufrido una sobre cocción y quedan
un poco sosas pero constituyen la base
de toda ropa vieja.
Para ello se desmecha la carne sobrante del cocido limpiándola bien de
huesos, pieles etc.
Esa carne se vuelve a cocinar en
una sartén acompañada de una serie de complementos en los que radica la
variedad del plato según regiones y países.
Para hacer un breve seguimiento al
plato habremos de volver al origen
medieval del mismo. Los sefarditas radicados en la península ibérica
utilizaron la carne sobrante de sus pucheros para pasarla por la sartén ,
condimentada y mezclada con las propias legumbres y verduras sobrantes, para
crear el plato. Estas ollas primitivas dieron origen según en la zona de España
en dónde se preparara a diversas recetas muy similares:el cocido madrileño,el puchero andaluz,el cocido maragato,el montañés
y un largo etcétera. Todas muy parecidas y todas con distintos matices. De las
sobras de estos cocidos nació la ropa vieja.
Mención aparte merece la ropa vieja canaria pues en las islas éste plato ha adquirido una entidad por
sí mismo y se prepara con el fin de conseguir
ropa vieja, no un puchero del que
se extraigan las sobras para hacer el plato. Y aunque se pueden utilizar las
sobras del puchero canario para
hacer ropa vieja es más frecuente hacerla a propósito. Además, en Canarias éste
plato ha adquirido rango festivo siendo "comida de fiestas y domingos".
La mención a las Canarias entronca
directamente con la popularidad que el plato a ganado en muchos países de
América latina ya que fueron
principalmente los inmigrantes canarios quienes llevaron el plato al otro lado
del Atlántico extendiéndose su consumo. Tal fue la popularización de la receta que,por ejemplo en Cuba,se podría decir que la
ropa vieja cubana es el plato nacional. O en Venezuela,en donde la carne mechada es imprescindible en el pabellón criollo venezolano , uno de los estandartes de su
gastronomía.La ropa vieja se desarrolló en los diferentes países americanos
adoptando su propia personalidad y versiones.
Costa Rica,Panamá, Colombia Argentina o México cuentan con sus propias interpretaciones del plato y la
carne mechada en Venezuela también se utiliza para rellenar arepas, conociéndose
éstas como "arepas pelúas". En
ésta parte del mundo es habitual encontrar la carne mechada acompañada de
frijoles, plátano frito o arroz cocido
Yo en mi casa también utilizo ésta carne mechada
sazonada para rellenar pan de pita y tortillas
mexicanas y las como como un wrap o una pita, salteando la carne con ajo y cebolla y obtengo un wrap o una pita con lechuga,tomate y la carne mechada añadiendo las típicas
salsas que nos sirven en un burguer (ketchup y mostaza ).
Otras veces las sazono con curry y un toque picante dándole un aire más a kebab. Ideales ambas ideas para que los
más jóvenes coman con gusto ésta carne.
Ya os mostraré esto en otras recetas. Hoy vamos a ver cómo preparo yo la ropa vieja.De todas las
formas de prepararla la que más me gusta es ésta a la que mezclo unas patatas
fritas cortadas en dados y a la que le plantó un huevo frito encima.
Vamos a los fogones.Ingredientes (4-5 personas)
(Las cantidades son orientativas pues dependerá de lo que haya sobrado )
- 300 gr de carnes (pollo,cerdo,
ternera, gallina )
- 150 gr de garbanzos
- 100 gr de embutidos (chorizo,
morcilla )
....y además
....y además
- 1/2 cebolla
- 1 diente de ajo
- 1-2 patatas
- Pimentón,sal,pimienta.
- 1 vaso de caldo del cocido
- 4-5 huevos
Preparación
Éste plato lo suelo comenzar
"por el final". Me explico: la receta va a estar rematada por unas
patatas fritas y los garbanzos tostados que se ponen al final. Pues bien, comenzaremos por freír las patatas y
reservarlas.
A mi me gusta saltear los garbanzos y darles un toque
tostado pero hay quien los agrega después
(eso lo dejo a vuestro gusto). Para ello en una sartén con una cucharada de
aceite de oliva,salteamos los garbanzos hasta que tomen un bonito color dorado.
(Hacer click en la foto para agrandarla)
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Una vez tostados los garbanzos, en
una sartén echamos un chorro de aceite de oliva y ahí pochamos la cebolla y el ajo cortados muy finos.
Cuando la cebolla se empieza a
poner transparente echamos el chorizo
que sobró del cocido. Yo le suelo poner suficiente para que sobre y tener
para la ropa vieja. Rehogamos todo junto
para que el chorizo suelte el pimentón e impregne la cebolla (luego le
pondremos un poquito más )
(Hacer click en la foto para agrandarla)
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Ahora es el momento de echar la carne desmechada que habremos obtenido de lo que nos sobró del cocido y que
habremos limpiado bien de pieles y huesos. Le damos unas vueltas a todo el
conjunto y le añadimos pimienta en
grano molida con un dosificador. Siempre es mejor la pimienta así que la que viene molida en botes. La pimienta es un potenciador
natural de los alimentos y hay que recordar que la carne que sobra de un cocido
ha perdido gran parte de su sabor aportando sustancia al caldo.Por eso la
"ayudamos" para que
"revivan" un poco sus sabores.
Cuando la carne se ha rehogado
bien la apartamos a un lado y en un
hueco de la sartén y fuera del fuego (como en la foto ) rehogamos medio minuto una cucharadita de
pimentón dulce.El que quiera picante que le eche pimentón picante.
(Hacer click en la foto para agrandarla)
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De inmediato le agregamos el vaso de caldo del propio
cocido y dejamos que moje todo el conjunto
dándole una untuosidad a la carne. Dejamos que la carne embeba todo el caldo
rehidrátandose y, cuando vemos que vuelve a quedarse seco, le agregamos los
garbanzos y las patatas fritas que teníamos reservados desde el principio. También si sobró morcilla se la añado ahora
cortada en rodajas. Removemos un poquito para que se mezclen todos los sabores y lo tenemos hecho.
Para rematar el plato yo,a cada ración le planto un huevo frito encima. Os aseguro que romper la yema y que bañe todo el conjunto es muy agradable al paladar y hará que los niños se coman el plato aun con más ganas.
Calorías por ración: 526 Kcal
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