sábado, 8 de febrero de 2014

Flamenquines de pollo

Introducción

         Hola amig@s
      Los que me seguís sabéis que, en ésta sección me gusta contar algo del plato que os presento. Su origen, historia o alguna curiosidad. Siempre sin ninguna pretensión de sentar cátedra. Os cuento lo que sé y si alguien me rectifica o me cuenta algo que no sepa pues yo encantado. No hay nada que me divierta más que aprender.
      A veces ocurre que investigando el origen o el nombre de un plato uno tropieza con historias curiosas. Y algo de esto he hallado con ésta receta.
      Para empezar os diré que los flamenquines son unos rollos de lomo de cerdo rellenos de jamón serrano y queso que se empanan y se fríen.
      Hoy os traigo una versión de ellos (con pollo) fácil de hacer y sencilla en sus ingredientes.
      Pero os contaba que al investigar el origen y el nombre de la receta original me tropecé con una curiosa historia de disputas sobre la paternidad del plato. Algo que se repite con frecuencia en muchas recetas. Y es que, a veces, es muy difícil de precisar el origen de una receta pues puede ocurrir que el mismo plato o muy parecido surge en varios sitios a la vez pues las gentes que lo conciben adaptan otra receta de su lugar de procedencia a los productos de la tierra cuando viajan a establecerse en otro sitio (por poner un ejemplo).
      Tanto me ha interesado la historia que no tendré más remedio que hacer un día los flamenquines auténticos y hablaros de ella.
      Como pincelada hoy os contaré que me he encontrado una enconada disputa entre Andujar y Córdoba por atribuirse la paternidad de la receta. Disputa en la que no entraré. Pero hay añadido a ella otro componente que tiene que ver con que el origen del plato se podría remontar a los tiempos de Carlos I. Se dice que el nombre de flamenquines procede de la semejanza entre el color dorado que el flamenquin adquiere en la fritura y el rubio de los hombres de Flandes (flamencos) que acompañaban a Carlos I de España y V de Alemania y que llamarían la atención en una tierra de hombres de tez morena.
      Y aquí viene el enredo a enredar pues en la actual Bélgica hay un plato famoso llamado "oiseaux sans tête" (pájaros sin cabeza) que guarda una sospechosa semejanza con los flamenquines: se trata de un rollo de carne hecho con un filete de lomo y relleno de carne picada. Éste no se fríe sino que se estofa. Ni sé ni me preocupa si la conexión de éstas dos recetas está probada pero no me negarán que ambas recetas no pudieron estar unidas en algún punto del pasado. En fin...será otra receta que les presentaré otro día, hoy vamos con unos flamenquines sencillos de pollo con ingredientes que suele haber en todas las casas y que hará las delicias de los pequeños de la casa ( y los mayores ).
      Nos ponemos el delantal y nos vamos a la cocina.







Ingredientes (4 personas )

- 4 filetes de pollo finos (de unos 150 grs cada uno)
- 4 lonchas de jamón cocido
- 4 lonchas de queso
- 2 huevos
- Pan rallado
- Aceite, sal y pimienta



Preparación

      En ésta receta no nos complicaremos la vida. Se pueden adobar los filetes antes,se puede elegir un queso de una u otra variedad. Cuanto mejor sea la materia prima más rico. Podemos utilizar un buen jamón ibérico...todo esto cabe en la receta, pero os he dicho que ésta es una receta para no complicarnos nada.Para abrir la nevera. Y preguntarse ¿Que hago hoy?
      Pues bien ¿Tenéis filetes de pollo, jamón cocido y queso de sándwich?....¡Pues tenéis cena!
      Tomaremos 4 filetes de pechuga de pollo,los salpimentamos y les ponemos encima una loncha que los cubra de jamón cocido y otra de queso.





      Es recomendable que los filetes no sean muy gruesos para evitar que en la fritura se os puedan quedar crudos por dentro,por lo que sería recomendable que os lo preparase el pollero.
      Con ésta cama preparada enrollamos los filetes y los sujetamos con unos palillos (si no se sostuvieran solos).
      A continuación lo pasamos por huevo y pan rallado formando el empanado del flamenquín y los freímos en abundante aceite caliente.


                                                            (Hacer click en la foto para agrandarla)

      Y ya está ¿Sencillo verdad? Ahora solo queda acompañarlo con una ensaladita o unas patatas fritas.Yo tenía a mano asadillo manchego y, en ésta ocasión me sirvió de guarnición....Bon appétit.



Vídeo






Calorías por ración: 417 Kcal



lunes, 3 de febrero de 2014

Ropa vieja con huevo

Introducción

         Hola amig@s
     Cuenta una leyenda que un hombre muy pobre, no teniendo nada que dar de comer a sus hijos, fue a su armario y cogió un puñadito de harapos viejos. Los abrazó con tanto amor que  esas ropas viejas y deshilachadas se convirtieron en un poco de carne del mismo aspecto que fue con lo que esa noche pudo alimentar a su familia...dando origen al nombre del plato que hoy os presento: la ropa vieja.
     Ésta leyenda, al parecer de origen cubano, aunque no sea realidad  y tenga varias versiones similares, me pareció una bonita forma de presentaros la receta.
     Ésta receta, junto con las croquetas, puede que sea la forma más popular de aprovechar las sobras de un cocido. Sin embargo, la ropa vieja, ha adquirido una personalidad propia en no pocos sitios del mundo latino en donde se utiliza la carne desmechada ( o carne mechada ) para la preparación del plato con diferentes interpretaciones del mismo.
     Muchas veces al explicar una receta os digo que hay mil formas de prepararla. Pues bien, ésta afirmación se multiplica hasta el infinito, con la ropa vieja.
     Para comprender esto y con el fin de simplificar, baste decir que la receta, de origen sefardí, trata de aprovechar los restos de un cocido, puchero o llámese como se quiera para preparar un plato distinto al día siguiente en base a saltear los restos en una sartén. Estos guisos básicos consisten en hervir distintas carnes, embutidos y verduras con alguna legumbre obteniendo varios platos en uno. El caldo se aprovecha para hacer una sopa agregando pan, pasta, arroz, etc. En Cataluña, con el caldo se hace la escudella (una sopa) y hay incluso una (la escudella de navidad) que se prepara ese día. En Canarias le añaden gofio para obtener el escaldón. Las legumbres (garbanzos o alubias) constituirían el plato principal y por último nos quedarían las carnes que, bien cocidas, han aportado su esencia al caldo. Estas carnes habitualmente han sufrido una sobre cocción y quedan un poco sosas pero constituyen la base de toda ropa vieja.
     Para ello se desmecha la carne sobrante del cocido limpiándola bien de huesos, pieles etc.
Esa carne se vuelve a cocinar en una sartén acompañada de una serie de complementos en los que radica la variedad del plato según regiones y países.
     Para hacer un breve seguimiento al plato habremos de volver al origen medieval del mismo. Los sefarditas radicados en la península ibérica utilizaron la carne sobrante de sus pucheros para pasarla por la sartén , condimentada y mezclada con las propias legumbres y verduras sobrantes, para crear el plato. Estas ollas primitivas dieron origen según en la zona de España en dónde se preparara a diversas recetas muy similares:el cocido madrileño,el puchero andaluz,el cocido maragato,el montañés y un largo etcétera. Todas muy parecidas y todas con distintos matices. De las sobras de estos cocidos nació la ropa vieja.
     Mención aparte merece la ropa vieja canaria pues en las islas éste plato ha adquirido una entidad por sí mismo y se prepara con el fin de conseguir  ropa vieja,  no un puchero del que se extraigan las sobras para hacer el plato. Y aunque se pueden utilizar las sobras del puchero canario para hacer ropa vieja es más frecuente hacerla a propósito. Además, en Canarias éste plato ha adquirido rango  festivo siendo  "comida de fiestas y domingos".
     La mención a las Canarias entronca directamente con la popularidad que el plato a ganado en muchos países de América latina ya que fueron principalmente los inmigrantes canarios quienes llevaron el plato al otro lado del Atlántico extendiéndose su consumo. Tal fue la popularización de la receta que,por ejemplo en Cuba,se podría decir que la ropa vieja  cubana es el plato nacional. O en Venezuela,en donde la carne mechada es imprescindible en el pabellón criollo venezolano , uno de los estandartes de su gastronomía.La ropa vieja se desarrolló en los diferentes países americanos adoptando su propia personalidad y versiones.
     Costa Rica,Panamá, Colombia Argentina o México cuentan con sus propias interpretaciones del plato y la carne mechada en Venezuela también se utiliza para rellenar arepas, conociéndose éstas como "arepas pelúas". En ésta parte del mundo es habitual encontrar la carne mechada acompañada de frijoles, plátano frito o arroz cocido
     Yo en mi casa también utilizo ésta  carne mechada sazonada para rellenar pan de pita y tortillas mexicanas y las como como un wrap o una pita, salteando la carne con ajo y cebolla y obtengo un wrap o una pita con lechuga,tomate y la carne mechada añadiendo las típicas salsas que nos sirven en un burguer (ketchup y mostaza ).
     Otras veces las sazono con curry y un toque picante dándole un aire más a kebab. Ideales ambas ideas para que los más jóvenes coman con gusto ésta carne.
     Ya os mostraré esto en otras recetas. Hoy vamos a ver cómo preparo yo la ropa vieja.De todas las formas de prepararla la que más me gusta es ésta a la que mezclo unas patatas fritas cortadas en dados y a la que le plantó un  huevo frito encima.
     Vamos a los fogones.






Ingredientes (4-5 personas) 
(Las cantidades son orientativas pues dependerá de lo que haya sobrado )


                "Sobras del Cocido"
- 300 gr de carnes (pollo,cerdo, ternera, gallina )
- 150 gr de garbanzos
- 100 gr de embutidos (chorizo, morcilla )
....y además

- 1/2 cebolla
- 1 diente de ajo 
- 1-2 patatas
- Pimentón,sal,pimienta.
- 1 vaso de caldo del cocido 
- 4-5 huevos




Preparación
      
     Éste plato lo suelo comenzar "por el final". Me explico: la receta va a estar rematada por unas patatas fritas y los garbanzos tostados que se ponen al final. Pues bien, comenzaremos por freír las patatas y reservarlas.
     A mi me gusta saltear los garbanzos y darles un toque tostado pero hay quien los agrega después (eso lo dejo a vuestro gusto). Para ello en una sartén con una cucharada de aceite de oliva,salteamos los garbanzos hasta que tomen un bonito color dorado.

                                                       (Hacer click en la foto para agrandarla)


     Una vez tostados los garbanzos, en una sartén echamos un chorro de aceite de oliva y ahí pochamos la cebolla y el ajo cortados muy finos.
     Cuando la cebolla se empieza a poner transparente echamos el chorizo que sobró del cocido. Yo le suelo poner suficiente para que sobre y tener para la ropa vieja. Rehogamos todo junto para que el chorizo suelte el pimentón e impregne la cebolla (luego le pondremos un poquito más )


                                                       (Hacer click en la foto para agrandarla)

     Ahora es el momento de echar la carne desmechada que habremos obtenido de lo que nos sobró del cocido y que habremos limpiado bien de pieles y huesos. Le damos unas vueltas a todo el conjunto y le añadimos pimienta en grano molida con un dosificador. Siempre es mejor la pimienta así  que la que viene molida  en botes. La pimienta es un potenciador natural de los alimentos y hay que recordar que la carne que sobra de un cocido ha perdido gran parte de su sabor aportando sustancia al caldo.Por eso la "ayudamos" para que "revivan" un poco sus sabores.
     Cuando la carne se ha rehogado bien la apartamos a un lado y en un hueco de la sartén y fuera del fuego (como en la foto ) rehogamos medio minuto una cucharadita de pimentón dulce.El que quiera picante que le eche pimentón picante.


                                                       (Hacer click en la foto para agrandarla)


     De inmediato le agregamos el vaso de caldo del propio cocido y dejamos que moje todo el conjunto dándole una untuosidad a la carne. Dejamos que la carne embeba todo el caldo rehidrátandose y, cuando vemos que vuelve a quedarse seco, le agregamos los garbanzos y las patatas fritas que teníamos reservados desde el principio. También si sobró morcilla se la añado ahora cortada en rodajas. Removemos un poquito para que se mezclen todos los sabores y lo tenemos hecho.


    

      Para rematar el plato yo,a cada ración le planto un huevo frito encima. Os aseguro que romper la yema y que bañe todo el conjunto es muy agradable al paladar y hará que los niños se coman el plato aun con más ganas.
     Bueno amigos,como os decía en la introducción, otro día espero haceros otras versiones de ropa vieja que se dan en otros sitios.Por hoy os dejo mi versión. Probar y me contáis...Bon appétit.


Calorías por ración: 526 Kcal